¿Es pecado si no se toma ceniza el Miércoles de Ceniza?

by Liz Morales

 “Polvo eres y en polvo te convertirás”. “Conviértete y cree en el evangelio”. Esas frases, pronunciadas por sacerdotes mientras dibujan con ceniza la señal de la cruz en la frente de los feligreses, representan todo el Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma (los 40 días en los que los católicos se preparan para la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Cada año, el Miércoles de Ceniza se dejan ver por las calles miles de católicos con esta señal en su cara pero, ¿qué significa o qué es Miércoles de Ceniza? Las cenizas, resultado de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, se imponen sobre los católicos como un recordatorio de que la vida terrenal es temporal: “La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentre en el cielo

Este 22 de febrero es Miércoles de Ceniza y con este día arranca oficialmente la temporada de Cuaresma, un tiempo de oración y penitencia para los católicos del mundo que recuerda la pasión y muerte de Jesucristo. El Miércoles de Ceniza invita a los fieles católicos a la conversión y es una celebración contenida en el Misal Romano. Durante la misa se bendice e impone en la frente de los creyentes la ceniza obtenida de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior. Las palmas se queman para obtener la ceniza, pero antes son rociadas con agua bendita y luego se les agrega incienso para aromatizarlas y poder utilizarlas en la ceremonia religiosa.

Miércoles de Ceniza ¿Qué pasa si no la tomo? ¿Es pecado?

De acuerdo al semanario católico «Desde la fe», la imposición de la ceniza es un sacramental que nos prepara hacia la recepción de los sacramentos. Es decir, un signo no obligatorio, mediante el cual nos ponemos en proceso para llegar a lo que es obligatorio, según el padre Salvador Barba, ex encargado de la Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de México. «Es algo así como si tuviéramos que participar de un banquete, en el que se ofrece la prueba de lo que se va a dar. Si por algo no podemos tomar la prueba, lo que sí es importante es que participemos del banquete a plenitud, para lo cual es importante irnos disponiendo. En este caso, el banquete es la Pascua».

El padre Salvador Barba explicó que la ceniza, si bien es un signo externo de conversión hacia la Pascua, recibirla no tiene ningún sentido, si no existe un propósito de revisar y corregir actitudes, fallas y limitaciones personales, si no se tiene la intención de salir al encuentro del otro. «Todo lo cual nos prepara para llegar a la Semana Santa y vivirla en plenitud, para festejar la Solemnidad de la Pascua». Así, el padre comentó que si por ciertas circunstancias a alguien no le es posible acudir a tomar ceniza, no se debe preocupar, pues no se trata de algo obligatorio; «lo que sí es indispensable es recorrer dicho camino de preparación».

Por tal razón, el padre Salvador Barba refiere que quien acude a tomar ceniza, para que no se quede en un acto de hipocresía o falsedad, es importante que se confiese, durante la Cuaresma, el tiempo propicio para cumplir con este sacramento, sobre todo si lo hace una vez por año.

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