En 2023 habrá 13 lunas llenas: cuándo son

by Liz Morales

El plenilunio o luna llena es una fase lunar que sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado entre el Sol y la Luna, casi alineados. En ese momento, el ángulo de elongación o de fase del satélite es de 180º y la iluminación es del 100 %. El hemisferio visible de la Luna alcanza su mayor iluminación, y no es posible distinguir con detalle los cráteres de su superficie debido a la ausencia de sombras, aunque es el momento ideal para la observación de los rayos de algún cráter radiado. Esta fase sucede a los 14 días aproximadamente del novilunio. En este momento, la Luna alcanza una magnitud aparente de -12,55.

Esta fase lunar es visible durante toda la noche, ya que su orto se produce en el momento de la puesta del Sol, y su ocaso se produce durante la salida del Sol. En esta fase, se pueden producir eclipses de Luna. La Luna refleja la luz del Sol a la Tierra con la totalidad de su cara visible, por lo que se puede observar completamente circular y con una gran luminosidad. Ocurre cada 29 días, cuando se completa el ciclo lunar.

Este sábado 7 de enero tiene lugar la primera luna llena del año. 2023 es un tanto excepcional en lo referente a los plenilunios: podremos observar 13 lunas llenas, cada una con sus características propias. Aquí les presentamos su calendario, cada plenilunio nos ofrece una ocasión estupenda para levantar la vista al cielo y disfrutar de la armonía del universo.

En línea recta

El plenilunio sucede cuando la Tierra se sitúa en línea recta entre el Sol y la Luna. En este momento, el disco lunar aparece completamente iluminado y con un brillo muy intenso. Esta iluminación prácticamente vertical apenas produce sombras, hace que se pierdan los detalles del relieve lunar, pero también hace posible localizar los rasgos principales de la cara visible de la luna, como los mares y los mayores cráteres, con mucha facilidad.

La luna llena sucede en un instante preciso, pero podemos ver el disco lunar casi completamente redondo durante un par de horas en torno a ese momento. Además, nuestro satélite permanece observable completamente iluminado durante toda esa noche: el orto se produce en el momento de la puesta de sol y el ocaso lunar al amanecer.

Calendario de plenilunios

Los meses del año tienen su origen remoto en el movimiento de la Luna, pero nuestro calendario gregoriano se rige principalmente por el Sol y no hay coincidencia entre los meses y la duración del ciclo lunar. El tiempo medio transcurrido entre dos plenilunios se llama «lunación» y es de 29,53 días.

Como el año tiene 12 meses (un total de 365 o 366 días), contiene unas 12,4 lunaciones. Resulta, pues, que, dependiendo del encaje de los ciclos lunares en el calendario, se pueden dar años en los que sucedan no 12, sino 13 lunas llenas. Este es el caso de 2023. Cada mes del año tendrá una luna llena, excepto agosto que tendrá dos: una el día 1 y otra el 31. Contando por estaciones, durante 2023 tendremos cuatro plenilunios en invierno y tres en primavera, verano y otoño. Estas son las fechas de las lunas llenas de cada estación:

Invierno: 7 de enero, 5 de febrero, 7 de marzo y 27 de diciembre.

Primavera: 6 de abril, 5 de mayo y 4 de junio.

Verano: 3 de julio, 1 y 31 de agosto.

Otoño: 29 de septiembre, 28 de octubre y 27 de noviembre.

Dos superlunas, dos minilunas y dos eclipses

En su órbita elíptica en torno a la Tierra, la distancia de nuestro satélite va cambiando, llegando a alcanzar casi los 407.000 kilómetros en los momentos en que se encuentra más lejos (el apogeo). En sus posiciones más cercanas, su distancia puede descender hasta menos de 357.000 kilómetros (el perigeo) y, por tanto, en estas ocasiones la Luna se nos ofrece con un tamaño aparente mayor. Es lo que algunos han popularizado con el término de superluna. Se trata de tan sólo un 14% de diferencia en el diámetro con respecto al tamaño aparente de la Luna en el apogeo. No es una diferencia enorme, no hay que esperar a ver la Luna llenando la mitad del cielo. Sin embargo, sí que es una diferencia apreciable, y las superlunas han pasado a ser un pretexto para llamar la atención sobre nuestro bello satélite.

Las dos lunas llenas de agosto serán superlunas o, como preferimos decir los astrónomos, sucederán cerca del perigeo. En contraste, la luna más pequeña del año (cercana al apogeo) es precisamente la de este fin de semana (el plenilunio del sábado 7 de enero), otra ‘miniluna’ será la del 3 de julio.

Además, es en la fase de luna llena cuando pueden producirse eclipses lunares. En 2023, tendremos dos de estos eclipses: el primero se producirá durante el plenilunio del 5 de mayo, será meramente penumbral y sus últimos momentos serán observables desde España. El segundo eclipse lunar del año, que será parcial, tendrá lugar el 28 de octubre y será completamente visible desde España.

Recordemos, finalmente, que la primera luna llena de primavera fija la fecha del domingo de Pascua. Este año, el primer plenilunio tras el equinoccio de la primavera boreal tendrá lugar el jueves 6 de abril. Por tanto, el domingo de Pascua será el día 9 del mismo mes.

Ilusión lunar

Debido a una ilusión óptica, conocida como ‘ilusión lunar’, la luna llena parece particularmente grande cuando la observamos al levantarse. Esto es debido a que, cerca del horizonte, solemos tener objetos concretos (árboles, edificios, etc.) que nos sirven de referencia y la comparación de la Luna con estos engaña a nuestro cerebro. La verdad es que el disco lunar tiene el mismo tamaño angular en el horizonte que el cénit: medio grado. Es decir, harían falta 720 lunas llenas, colocadas una al lado de la otra, para cubrir enteramente el círculo del horizonte.

Cuando se levanta la Luna, la atmósfera terrestre dota al disco lunar de unos tintes rojizos. Se crea entonces un ambiente particularmente mágico que va evolucionando según se apaga el crepúsculo y Selene se eleva sobre el horizonte. Ya sea en el campo, en el mar o en la montaña, las noches de luna llena están bañadas de una luz un tanto fantasmal que dota al paisaje de cierto misterio. Y cuando se acuesta la luna llena, los colores fastuosos del amanecer nos anuncian nuevamente la llegada del Sol renovador. Los ortos y ocasos de la luna llena son, pues, momentos estupendos para dejar de lado las preocupaciones cotidianas, levantar la vista al cielo y disfrutar de la armonía del universo.

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