El Gobierno de México condenó entonces la matanza como un acto de “terrorismo” vinculado al supremacismo blanco de Estados Unidos y estudió pedir la extradición a territorio mexicano de Crusius, sin embargo nunca se llevó a cabo.
Según informó la policía, la tienda se encontraba llena en el momento del incidente, con familias que compraban útiles para el inicio del curso escolar.El 3 de agosto de 2019 es una fecha que quedará marcada para Texas, Estados Unidos.
Un hombre de raza blanca que mató a 23 personas en un ataque racista contra compradores hispanos en una tienda de la cadena Walmart en una ciudad fronteriza de Texas fue sentenciado el viernes a 90 cadenas perpetuas consecutivas, pero aún podría enfrentar más castigos, incluyendo la pena de muerte.Patrick Crusius, de 24 años, se declaró culpable a principios de este año de casi 50 cargos federales de delitos de odio en el tiroteo a mansalva de 2019 en El Paso, lo que lo convierte en uno de los casos de delitos por intolerancia más grandes del gobierno de Estados Unidos.
Crusius, vistiendo un overol y con grilletes, no habló durante la audiencia y ni mostró ninguna reacción cuando se leyó la sentencia. El juez federal de distrito David Guaderrama recomendó que Crusius cumpla su sentencia en una prisión de máxima seguridad en Colorado.Crusius aún enfrenta un juicio por separado en un tribunal de Texas que podría terminar con la pena de muerte por llevar a cabo uno de los tiroteos a mansalva más mortíferos en la historia de Estados Unidos.
Cuando Crusius fue retirado de la sala del tribunal, el hijo de una de las víctimas le lanzó un grito.“Te volveremos a ver, cobarde”, gritó Dean Reckard, cuya madre, Margie Reckard, murió en el ataque. “Sin disculpas ni nada”.La policía afirma que Crusius condujo más de 1.126.5 kilómetros (700 millas) desde su casa cerca de Dallas para agredir a los hispanos con un fusil estilo AK dentro y fuera de la tienda. Momentos antes que comenzara el ataque, Crusius publicó una diatriba racista en línea que advertía sobre una “invasión” hispana de Texas.
En los años posteriores al tiroteo, los republicanos han descrito a los migrantes que cruzan la frontera sur de Estados Unidos como una “invasión”, rechazando a los detractores que señalan que la retórica aviva posturas y violencia antiinmigrantes.Crusius se declaró culpable en febrero luego que los fiscales federales retiraran la pena de muerte de la mesa. Pero fiscales de Texas han indicado que intentarán llevar a Crusius al corredor de la muerte una vez que sea juzgado en un tribunal estatal. La fecha de ese juicio aún no se ha fijado.
Joe Spencer, abogado de Crusius, dijo al juez antes de la sentencia que su cliente tiene un “cerebro roto”.“El pensamiento de Patrick está en desacuerdo con la realidad… resultando en un pensamiento delirante”, detalló Spencer.Crusius llegó a alarmarse por sus propios pensamientos violentos, dijo Spencer, y una vez renunció a un trabajo en una sala de cine a causa de ellos. Añadió que Crusius buscó en internet formas de abordar su salud mental y abandonó sus estudios en un colegio comunitario cerca de Dallas debido a sus problemas.
Spencer dijo que Crusius llegó a El Paso sin un objetivo específico en mente antes de terminar en Walmart.“Patrick actuó con su cerebro roto cimentado en delirios”, dijo Spencer.La sentencia en El Paso se da tras dos días de impactantes declaraciones de familiares de las víctimas, entre ellos ciudadanos mexicanos. Además de los fallecidos, más de dos docenas de personas resultaron heridas y muchas otras quedaron gravemente traumatizadas tras ocultarse o huir del ataque.
La familia de Crusius no estuvo en la sala del tribunal durante la fase de sentencia.El ataque fue el más mortífero de una docena de tiroteos a mansalva en Estados Unidos vinculados a delitos de odio desde 2006, según una base de datos compilada por The Associated Press, USA Today y Northeastern University.