El titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), Rafael Marín Mollinedo, aseguró que la reforma a la Ley Aduanera propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum no crea nuevas obligaciones para los agentes aduanales, sino que busca que cumplan con la función para la cual reciben concesiones: revisar las mercancías que entran al país y evitar abusos fiscales.
Durante una reunión de trabajo en la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, Marín Mollinedo fue claro: “La concesión que se les da es precisamente para que verifiquen y nos ayuden a certificar que lo que tiene un contenedor realmente sea lo que está plasmado en el pedimento. Eso es lo único que se les pide ahora: que revisen”.
Marín Mollinedo reveló que algunos agentes han llegado incluso a confabularse con empresas para eludir pagos fiscales, permitiendo que mercancía ilegal llegue directamente a Tepito y calles cercanas al Palacio Nacional.
La reforma busca cerrar estos huecos legales, aumentar las sanciones por evasión fiscal y combatir el contrabando de combustibles y mercancías, lo cual fue calificado como un asunto de seguridad nacional por funcionarios de Hacienda, Aduanas y el SAT.
“El Estado otorga a los agentes aduanales la concesión para ser vigilantes y garantes de la legalidad en el comercio exterior, no para que sean simples llenadores de pedimentos”, recalcó el titular de la ANAM.
Con esta postura, el Gobierno de México busca recuperar la confianza en las aduanas, proteger industrias nacionales como la textil y del calzado, y cerrar la puerta a quienes se han beneficiado de las lagunas legales para enriquecerse a costa de la economía y la seguridad del país.

La iniciativa presidencial plantea eliminar medidas de exclusión de corresponsabilidad para los agentes aduanales, ya que, según explicó el subsecretario de Ingresos, Carlos Gabriel Lerma, estas han sido utilizadas “de forma recurrente” para evadir impuestos y burlar la ley.