Narcotraficante mexicano que manejó el infame Cartel de Guadalajara en los años 70. Se cree que fue el responsable de cargamentos de marihuana de México a los EE.UU. y por la muerte del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar. El Narco de narcos» forjó una ‘leyenda’ en torno a su persona y sus actividades, que le hicieron corridos, parodias, películas, canciones del Tri, temas de hip hop y hasta documentales.
La DEA formó parte del operativo que precipitó la caída de Rafael Caro Quintero. Así lo ha reconocido la Agencia Antidrogas de Estados Unidos en un mensaje publicado en su página web.
“Nuestro increíble equipo en México trabajó en conjunto con las autoridades mexicanas para capturar y arrestar a Caro Quintero, acusado en EE UU de torturar y asesinar al agente especial Kiki Camarena”, ha celebrado Anne Milgram, al frente de la institución desde mediados del año pasado.
La detención cierra un pleito prácticamente personal entre la fuerza antidrogas y el llamado Capo de Capos, señalado de orquestar el homicidio de Camarena en 1985, un episodio que marcó una de las crisis más profundas que se recuerden en la relación entre ambos países.
La colaboración entre la DEA y la Marina mexicana supone también un giro radical tras los conflictos con la Administración de Andrés Manuel López Obrador, que ha considerado las operaciones de la agencia como una amenaza a la soberanía del país y ha buscado acotar el margen de maniobra de los elementos estadounidenses en territorio mexicano.
El Narco de Narcos era el hombre más buscado por la DEA, una obsesión que se extendió durante décadas que se saldó con “sangre, sudor y lágrimas”, en palabras de Milgram. “Por más de 30 años, hombres y mujeres de la DEA han trabajado sin descanso para llevar a Caro Quintero ante la justicia”, ha señalado la titular de la Agencia.
El comunicado retrata la captura como una victoria sin precedentes, solo superada por el recuerdo de Kiki, encumbrado como uno de los grandes mártires en la lucha de Washington contra el narcotráfico. “El legado del agente Camarena perdura en todos ustedes y en la rectitud del trabajo que desempeñan todos los días al servicio de Estados Unidos”, se lee en el mensaje de Milgram y remata: “Jamás olvidaremos”.
“El arresto es la culminación del trabajo incansable de la DEA y sus socios mexicanos”, ha ratificado el fiscal general de EE UU, Merrick B. Garland, en otro boletín publicado a última hora del viernes. Garland ha anunciado que solicitará su extradición inmediata. En México, en cambio, la detención de Caro Quintero ha sido reseñada ampliamente como un éxito de la Secretaría de Marina.
La captura, sin embargo, da crédito a López Obrador ante las exigencias de la Casa Blanca y las críticas en Washington a su estrategia de seguridad, que ha dejado la persecución de las cabezas de los grupos criminales en segundo término, a diferencia de sus predecesores en la guerra contra el narco.
La captura de Caro Quintero rompe una inercia de desencuentros entre la DEA y las fuerzas de seguridad mexicanas. El fracaso del operativo para capturar a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, en octubre de 2019 en Culiacán alimentó la desconfianza de las instituciones estadounidenses hacia el Ejército mexicano, que fue señalado del otro lado de la frontera por alertar al capo de que iban tras él.
La crisis se hizo más profunda después de la detención del secretario de Defensa durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), Salvador Cienfuegos, a finales de 2020 en Los Ángeles.
La Administración de López Obrador convirtió el caso Cienfuegos en un asunto de Estado y repatrió al general bajo la promesa de juzgarlo bajo las leyes del país, pero la investigación del Departamento de Justicia de EE UU fue desacreditada y archivada en México. Por esas fechas, el bloque gobernante impulsó una nueva ley que estrechó el control sobre los agentes antidroga extranjeros.
En octubre de 2021, funcionarios de seguridad de Estados Unidos se quejaron de que el Gobierno de López Obrador había frenado la emisión de visas para 24 agentes de la DEA en México, de acuerdo con el diario Reforma. El bloqueo colmó la paciencia de los diplomáticos estadounidenses, sobre todo a la luz de revelaciones hechas este año por el jefe del Comando Norte sobre la presencia de espías rusos que actuaban a sus anchas en el país latinoamericano.
En abril de 2022, López Obrador defendió el cierre de una unidad de la DEA que recibía información confidencial de sus contrapartes mexicanas, un grupo que colaboró, entre otros casos, en la captura de El Chapo Guzmán. El mandatario mexicano no ha ocultado su desconfianza por la DEA: la ha acusado públicamente de “fabricar delitos” y ha expresado su “decepción” por el trabajo de la Agencia Antidrogas.