Palenque, en Chiapas, es una de las zonas arqueológicas más importantes de México, pues fue una ciudad maya de gran importancia creada hace varios siglos. La zona arqueológica toma su nombre de la comunidad vecina fundada a finales del siglo XVI: Santo Domingo de Palenque.
La última acepción, también de origen español, significa Estacada o Empalizada, que es una valla de madera que rodea un sitio para protegerlo. Es posible que los indígenas conservaran en la memoria la existencia de obras defensivas en la abandonada ciudad prehispánica.
El Palacio de Palenque estuvo policromado en la antigüedad, o al menos es lo que los restauradores afirman al descubrir fragmentos ocultos. Este lugar histórico está compuesto por pasajes subterráneos, bóvedas, así como ostentosas decoraciones de estuco y hasta fue un estandarte del poderío económico, científico y cultural.
Antecedentes del Palacio de Palenque
En 1891 el Palacio de Palenque fue descubierto gracias a un equipo de exploradores británicos, quienes lo encontraron cubierto de vegetación selvática y con muchas estructuras intactas; desde entonces, el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha buscado la manera de conservar todo el palacio.
Este sitio arqueológico ha sido profundamente investigado por décadas, pero fue hasta el 2018, cuando el gobierno de México junto a la Embajada de Estados Unidos hicieron restauraciones en este lugar, lo que ocasionó que casi por accidente, se encontraran evidencias y se dieran cuenta que en algún momento, el Palacio de Palenque fue rojo.
Poco a poco los especialistas fueron interviniendo cada parte de la edificación, y cuando esto sucedía, lograron detectar restos de policromía roja original, así como un antiguo acceso en la cubierta.
Cabe resaltar que en la antigüedad, el color rojo lo conseguían a partir de óxidos de hierro y otros minerales, que fue con lo que lograron pintar todo el Palacio de Palenque y que recién fue descubierto gracias a los trabajos del INAH.
Anteriormente ya se había descubierto algo similar en el Palacio de Palenque
Se cree que en la década de los 60, un arqueólogo de nombre Jorge Acosta, quien exploraba el Palacio de Palenque, descubrió restos de policromía, pero no lo reportó en sus investigaciones, por lo que se cubrió con capas de cementos para protegerlo del calor y la humedad.
La Coordinadora de la Sección de Conservación del Centro INAH en Chiapas, menciona que si el arqueólogo no lo hubiera cubierto como lo hizo, el color en esa superficie hubiera desaparecido, por lo que aseguró que las capas de cemento, ayudaron no solo a preservarla, sino a marcar lo que indicaba la existencia del original sin exponerlo y sin afectar.
En la actualidad, esas capas de cemento fueron retirados de algunas partes del Palacio de Palenque, por lo que optaron por recubrirlo con impermeabilizado hecho con cal y arena para que de esta manera fuera menos invasivo para la estructura.