Hace casi cuatro meses que Archie Battersbee, de 12 años, vive conectado a una máquina de soporte vital que le mantiene con vida. El niño está cerebralmente muerto desde el pasado 7 de abril, cuando sus padres lo encontraron inconsciente en su casa de Sounthend, al sur de Inglaterra.
Archie tenía un hilo alrededor del cuello y todo indica que había llevado a cabo un reto viral de la red social TikTok conocido como blackout challenge, que consiste en aguantar la respiración hasta el desmayo. Hollie Dance y Paul Battersbee, sus padres, trasladaron a su hijo al hospital, donde los médicos les aseguraron que Archie no pasaría de esa noche. Una resonancia magnética realizada el 31 de mayo confirmó su muerte cerebral.
La Corte de Apelaciones del Reino Unido rechazó este lunes posponer más allá del martes la retirada del apoyo vital al niño de 12 años Archie Battersbee, que según los médicos se encuentra en muerte cerebral.
El Gobierno británico había pedido al tribunal que valorara la petición del Comité de la ONU sobre Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) de mantener los mecanismos de respiración y alimentación asistida mientras evalúa su caso.
La decisión de la corte argumenta que la carta de derechos en la que se sustenta ese comité «no es parte de la ley del Reino Unido» y considera que no sería «apropiado» incorporarla a las decisiones judiciales británicas.
El 15 de julio, la Justicia ya concluyó que continuar ofreciendo apoyo vital al niño es «contrario a sus mejores intereses».
La madre del menor, Hollie Dance, lo encontró inconsciente el pasado 7 de abril con una cuerda atada alrededor de su cabeza y cree que pudo haber sufrido un accidente cuando participaba en un reto viral a través de redes sociales.