En el Museo del Prado, dos mujeres del colectivo Futuro Vegetal se fijaron con pegamento a los marcos de las dos pinturas Las majas, y entre ellas escribieron: “+1,5°C”, en alusión al calentamiento global de la tierra como consecuencia de las emisiones del efecto invernadero.
Pese a las dudas, los expertos coinciden en que esta chica andaluza, simpática, morena y con 16 años, retratada como “La maja desnuda” y “La maja vestida” es Pepita Tudó, una mujer conocida en el mundo entero gracias al pincel de Goya. Pinturas que pertenecieron a Godoy por encargo directo a Goya, para que decoraran una de las salas de su casa-palacio del Marqués de Grimaldi, junto al Palacio Real, una casa obra de Sabatini; “un gabinete secreto donde Godoy guardaba su pequeña colección de cuadros
Es la primera vez que lo hacen en España. El Museo del Prado tiene la colección de pintura de Goya más grande del mundo; entre las obras de referencia están los dos retratos de Las majas, que fungen en forma de díptico, una vestida y la otra desnuda.
Alrededor de la una de la tarde, cuando se estaba realizando un cambio de turno en los vigilantes del museo, las activistas se pegaron al unísono a los marcos de las pinturas, no en el óleo, que al no tener un cristal que los proteja lo podrían haber dañado severamente, pintaron la leyenda en la pared y gritaron consignas en favor de la “justicia climática”.
Estas protestas se han intensificado en las semanas recientes en Europa y el resto del mundo, en parte porque está muy próxima la Cumbre Climática COP27 de El Cairo. Desde el Museo del Prado se informó que las pinturas no sufrieron daños, aunque es posible que los marcos puedan tener ligeros desperfectos, por lo que de inmediato los trasladaron al área de restauración para su revisión exhaustiva.
La Consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, la conservadora Marta Rivera, afirmó que los manifestantes “no son activistas ecológicos. Son dos personas sin respeto por el patrimonio cultural. Pido al Ministerio de Cultura que cuide especialmente la vigilancia en las salas de los grandes museos nacionales para proteger nuestros tesoros”.
Después de pegarse a las pinturas, una de las manifestante justificó su actuación con el argumento de que “estoy aquí pegado porque la semana pasada la Organización de Naciones Unidas hacía oficial que ya es imposible contener el calentamiento del planeta en 1.5 grados, sobrepasando los límites marcados en el Acuerdo de París y comprometiendo nuestra seguridad alimentaria”. Las ecologistas fueron detenidas por la policía y se encuentran en la comisaría a la espera de pasar a disposición judicial.
Futuro Vegetal se define a sí mismo, en su página web, como “un colectivo de desobediencia civil y acción directa que lucha contra la crisis climática mediante la adopción de un sistema de agroalimentario basado en plantas”. Además, advierte que “frente a una sociedad consumista, globalizada e interpendiente, que falla en la gestión de los recursos naturales y busca el beneficio propio pese a las consecuencias de la crisis climática, proponemos cambiar la ética de la abundancia, la forma de producir y consumir, centrándonos en la seguridad alimentaria y la redistribución de tierras. La lucha contra la crisis climática tiene que ser la prioridad número uno”.
