El pasado domingo 2 de junio de 2024 México vivió el proceso más grande en su historia y el que marcará un hito debido a que Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en ganar la Presidencia de la República; sin embargo, también dejó en evidencia la crisis de los partidos políticos de oposición.
Uno de los casos que más evidentes es el del Partido Revolucionario Institucional (PRI), debido a que vivió la peor elección presidencial en su historia, logrando la cantidad más baja de votos a su favor en toda su historia, especialmente desde que hay alternancia en el país.
De acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electora (INE) —con el 94% de las actas computadas—, el tricolor recibió cinco millones 379 mil 639 votos, lo que se traduce en 9.56% de la participación total que se tuvo durante la jornada democrática.
La Dirigencia Nacional de tricolor ha sido sumamente criticada puesto que Alejandro Alito Moreno Cárdenas ha sido señalado como el culpable por la pérdida de militancia, derrotas en entidades que eran consolidadas bastiones, así como su disminución como protagonista de la vida nacional.
La situación del tricolor pone en riesgo al partido que por décadas, tras el término de la Revolución Mexicana, fue hegemónico y que rigió al Estado mexicano, es por eso que se ha cuestionado si el exgobernador de Campeche debe de seguir a frente del instituto político, ya que por una situación —hoy— menor renunció a su dirigencia Manlio Fabio Beltrones durante el sexenio anterior.
La crisis del Revolucionario Institucional no es nueva ni reciente, debido a que comienza a finales de los años ochenta cuando pierde por primera vez una gubernatura, dando paso así a la alternancia en el país y a un sistema de partidos fortalecido con la representación de las minorías políticas en la representación política.
Sin embargo, ni ese episodio ni la pérdida de la mayoría en la Cámara de Diputados y Senadores ni las derrotas presidenciales del 2000 y 2006 cimbraron tanto al partido como las elecciones que se vivieron durante el último sexenio priista, ya que provocaron que un presidente renunciara al partido.
Manlio Fabio Beltrones fue elegido como presidente del PRI para el periodo 2015-2019; sin embargo, apenas duró 10 meses en el cargo, debido a que lo abandonó tras perder siete de las 12 gubernaturas que estuvieron en juego durante el proceso de 2016.
Pese a que la militancia y el priismo refrendaba el trabajo del exgobernador de Sonora, éste renunció al considerar que debía de existir autocrítica y una profunda reflexión tras los resultados que dejaban, en ese entonces, mermado el poder del partido.
“Los priistas estamos obligados a hacer una profunda y serie reflexión sobre lo que ocurrió en la jornada electoral del 5 de junio”
En 2016 el mayor golpe que recibió el PRI fue la pérdida de estados que era considerado bastiones del partido como son Veracruz, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.
Moreno Cárdenas fue electo como presidente nacional del partido en 2019, su misión era clara: lograr que el PRI se levantara de la derrota que significó la elección de 2018 en donde perdieron la Presidencia de la República y, aparte, por primera vez en su historia quedaron en tercer lugar.
Lo anterior no se ha cumplido, ya que en los comicios que ha participado como dirigente nacional ha perdido prácticamente todas las gubernaturas:
2021: Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Tlaxcala, Colima y Campeche.
2022: Hidalgo y Oaxaca.
2023: Estado de México
Actualmente sólo gobiernan Durango y Coahuila, siendo el número más bajo de entidades que ha tenido en su poder; no obstante, no ha sido lo único, las constantes renuncias que ha recibido el instituto político han tenido el común denominador de cuestionar el papel del político campechano como presidente del partido. A eso se agrega que en la elección presidencial del 2024 no presentó candidata propia, sino que se alió con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para impulsar a Xóchitl Gálvez.
En el próximo mes de agosto el PRI deberá de renovar su dirigencia, en la posible elección de la nueva fórmula competirán los que quieren seguir con la línea política de Moreno o, quizá, aquellos que se atrevan a una profunda reflexión sobre el futuro del partido que llegó a gobernar todo el país.