Un nuevo estilo para disfrutar un tradicional platillo Yucateco se ha vuelto viral por su peculiar forma, que ha atraído la atención de varios golosos y golosas. Se trata de el “Pibichón”, una variente del Pibi Pollo con la particularidad de que tiene una semejanza con el aparato reproductivo masculino.
En la Península de Yucatán, huele a un platillo muy especial, huele a tierra, huele a las piedras que lo calientan y a las hojas verdes que lo cubren. Huele a pib. Para los que son ajenos a esta tradición Yucateca, se podría decir que el pib es una especie de tamal en forma redonda o cuadrada, que se prepara con masa de maíz, tomate, manteca de cerdo, chile, cebolla, epazote y xpelón. Puede estar relleno de carne de pollo, pavo, puerco o res, que se mezclan en el kol, preparado con el caldo donde se cocinó la carne, achiote y masa.
En el método tradicional, el “pib” se coloca en un hueco que sea hace en la tierra donde se ponen las piedras calientes y las maderas. Una vez colocado, se cubre de hojas, de preferencia verdes recién cortadas (hojas de huano, por ejemplo); luego se cubre de tierra y se deja cocinar por 2 horas.
Fue Alex Vecan quien inició toda esta locura, al publicar esta forma que le dio al platillo cuando lo preparaba junto con su familia. Aunque inició como una broma la nueva variante se hizo viral, por lo que varias mujeres y hombres comenzaron a realizar sus pedidos.
Fue entonces que expertos en el arte culinario Yucateco vieron una oportunidad para dar a conocer su arte, y comenzaron a adoptar esta forma para ofrecerla a precios que van desde los 140 hasta los 500 pesos, dependiendo de su tamaño. Rocío Cabrera, una mujer oriunda de Tizimín, platicó que vio la publicación compartida por su nieta, decidió venderlo en su zona y actualmente ya tiene más de 50 pedidos, un número cuatro veces superior a los que recibe por estas fechas.