Una de las especies importantes de la cultura maya es el jaguar, además de ser un animal representativo para Campeche.En la cultura maya prehispánica el jaguar se asociaba con diversos aspectos como el poder, la muerte, las prácticas chamánicas, el cielo nocturno, el inframundo, pero también con la agricultura y la fertilidad.Un elemento de la cosmovisión mesoamericana es la dualidad, es decir la existencia de fuerzas que interactúan en juegos de oposición como el día y la noche, lo femenino y lo masculino, lo caliente y lo frío, las fuerzas celestes y las del inframundo dentro de esta visión el jaguar pertenece a la oscuridad y guarda una estrecha relación con los dioses del inframundo y con los lugares por donde se puede acceder a éste: las cuevas, el interior de los montes, las selvas y el bosque por otro lado, su piel manchada se asemeja al cielo estrellado, por lo que el jaguar tiene dominio sobre la noche.
La Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) dio a conocer el avistamiento de dos jaguares en las cámaras trampas que tiene instaladas en las reservas estatales de BalamKi y BalamKu de acuerdo a la difusión que hizo en sus redes sociales.La Semabicce destaca la importancia del proyecto de conservación del jaguar mediante la iniciativa Balam Beh con lo que pretende implementar un corredor biológico de tránsito del felino que va desde Calakmul hasta la Laguna de Términos.
Con base en la información que proporción la dependencia estatal, en el segundo Censo Nacional del Jaguar, que se realizó en el 2018, hay un estimado de 4 mil 800 ejemplares en vida silvestre en México.En lo que denominan ahora la región del Gran Calakmul (que abarca la Reserva de la Biósfera de Calakmul y que incluye las reservas estatales de Balam Kú y Balam Kin que pretenden fusionar en una sola) así como en la Laguna de Términos, la proyección es que existe una población de hasta 600 jaguares.
Este escenario es el fundamento por el cual, la autoridad estatal promueve el Corredor Biológico Balam Beh, con apoyo de asociaciones nacionales dedicadas a la preservación del felino como Panthera Onca, con la finalidad de asegurar la conectividad biológica de las áreas naturales protegidas y la supervivencia del jaguar. El corredor Balam Beh tiene previsto incorporar una extensión de más de 495 mil hectáreas además de promover actividades compatibles con la conservación como actividades productivas más sustentables, como las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), las Unidades de Manejo Ambiental (UMA) así como los proyectos de turismo de naturaleza, y la protección de las manchas de selva que aún se conservan.