El tiburón martillo es un depredador que utiliza su peculiar cabeza para mejorar su capacidad a la hora de encontrar presas. Sus grandes ojos le confieren un mayor alcance visual que la mayoría de sus parientes, además de tener sus órganos sensoriales a lo largo de su ancha cabeza en forma de mazo que le permiten rastrear a fondo el océano en busca de alimento.
El tiburón martillo también cuenta con un grupo de órganos sensoriales llamados “ámpulas de Lorenzini”, gracias a los cuales puede detectar los campos eléctricos creados por sus presas. La sensibilidad de estos le permite detectar a las rayas, su alimento preferido, que viven enterradas bajo la arena. El gran tiburón martillo es el más grande de las nueve especies conocidas de este tiburón, que puede crecer hasta los seis metros de longitud y pesar hasta 450 kilos, aunque este peso no es el habitual en estos escualos.
En Seybaplaya, un pescador sacó su día y su semana completa al capturar un tiburón martillo de 200 kilogramos, cuyo precio por kilo oscila entre los 60 y 70 pesos, mostrando su alegría porque con esta venta podrá descansar la Semana Santa. El pescador conocido como “Chelelo”, logró en su embarcación la pesca de su vida, asegura que en días pasados había observados que sus compañeros también lograron capturar diversas especies de gran tamaño, y ahora le tocó a él la bendición.
El esfuerzo de salir al mar y en ocasiones no logran capturar nada, pero ahora que obtuvo este ejemplar de 200 kilogramos, donde lo llamó una bendición porque su familia podrá disfrutarlo. “No es fácil salir a la mar y muchas veces no obtener nada, no es uno sino varios días que te quedas para poder regresar a tierra con algo de pesca, pero ahora que me tocó este ejemplar puedo decir que pasaremos unos días de bendiciones”, dijo.
En Seybaplaya los pescadores de ribera se tienen que retirar para poder capturar especies luego de la llegada de las plataformas petroleras y la construcción del muelle, lo cual los ha obligado a alejarse más de la orilla y también, permanecer varios días mar adentro.