No hay nada que llene más el alma que el buen tiempo para aprovecharlo al máximo, las horas de sol, tiempo de calidad con amigas, o simplemente disfrutar del momento. Todo ello podría ser el resumen de la última publicación de Demi Moore, que si algo despierta, es mucha envidia (sana). A lo largo de su carrera si algo quedó más que claro es que es de las mejores artistas que existen, capaz de emocionarnos con una vasija de barro, un posado desnuda estando embarazada o cuidando de su ex marido Bruce Willis ahora que su salud es delicada. Pero también ha quedado más que claro que es bella en todos los sentidos, pero la física es imposible no fijarse.
La edad no conoce el límite de qué prendas sí y qué prendas no son adecuadas en cada etapa de lavida, por lo menos personajes como Moore se encargan día tras día de recalcar y convertirlo en una realidad. Precisamente con su último post de Instagram, además de enloquecer a sus seguidores y seguidoras, consigue una vez más abanderarse de los bikinis sexys a sus 60 años.
Un mini bikini, horas de sol y su chihuahua son el escenario idílico de un día de desconexión al estilo Moore, pero el verdadero protagonista es sin duda su espectacular cuerpazo. Tampoco es un secreto que la de La Letra Escarlata se cuida y presume de tipazo, sobre todo demostrando que la edad no es un handicap.
El bikini de leopardo es la parte sexy de esta estampa, pero la parte sentimental y más risueña de la actriz es su relación con su chihuahua Pilaf, el dueño de su corazón y un integrante más en su familia que acompaña a Demi desde una ecografía para ver a su próximo nieto, un viaje en París o en la playa. Toda una nueva celebrity perruna.
