En México, un divertido incidente ocurrió recientemente cuando un perico se convirtió en el protagonista de un video viral en TikTok al engañar a los testigos de Jehová que se encontraban fuera de una casa. El video, publicado en la cuenta ‘@jhosuargz’, capturó la atención de los usuarios de las redes sociales.El dueño del ave narró la situación, revelando que al regresar a su casa, se encontró con varios testigos de Jehová que habían estado esperando afuera durante aproximadamente 30 minutos. Los testigos explicaron que estaban esperando a que alguien les abriera la puerta porque habían escuchado una voz diciendo «ahí voy».
Sin embargo, en el caso de los loros, has de saber que no disponen de cuerdas vocales. Debido a ello, tan solo pueden repetir una serie de sonidos, pero no establecen una conversación, tal y como la concebimos del ser humano. Lo que sí está claro es que los loros imitan muy bien prácticamente todo lo que escuchan.
Sin embargo, para sorpresa de todos, el dueño reveló que no había nadie más en el hogar, aparte de su perico. Resulta que el perico, de manera curiosa y repetitiva, tocaba la puerta y emitía un sonido que se asemejaba a «ahí voy». Este inesperado diálogo con el perico llevó a los testigos de Jehová a creer que estaban esperando a una persona.El dueño del perico incluso tocó la puerta para demostrar que el ave realmente estaba respondiendo a los testigos. El video se volvió viral rápidamente en las redes sociales, generando diversas reacciones entre los usuarios.
Algunos comentarios hacían alusión al humor de la situación, como «Se cotorreó a los testigos» o «Los testigos después de que les dijiste que no había nadie en la casa». Otros comentarios reflejaban la paciencia de los testigos de Jehová al esperar, como «Los testigos: por fin alguien nos responde, a esperar». En general, el video generó risas y sorpresa entre los internautas.Este peculiar incidente demuestra cómo la interacción con las mascotas puede llevar a situaciones inesperadas y divertidas. Sin duda, el perico protagonista se convirtió en el centro de atención y dejó una anécdota graciosa para recordar.