El histórico entrenador del Tri y del América deja un legado imborrable: cinco títulos de Liga MX, una Copa Oro y la inolvidable conquista de 1999 ante Brasil.
El futbol mexicano está de luto. Manuel “Manolo” Lapuente, uno de los entrenadores más exitosos y emblemáticos en la historia del balompié nacional, falleció a los 81 años en su natal Puebla. Con su inseparable boina y un carácter que combinaba exigencia y liderazgo, Lapuente marcó una época tanto en clubes como en la selección mexicana.
Su nombre quedará siempre ligado a uno de los episodios más gloriosos del Tri: el título de la Copa Confederaciones de 1999, conquistado en el Estadio Azteca con un inolvidable triunfo 4-3 sobre Brasil. Aquella noche, México se consagró campeón del mundo a nivel de selecciones mayores por primera y única vez en su historia.
“Muy triste noticia que llega al corazón, se nos fue un campeón como persona y como profesional del futbol”, escribió el exjugador del América, Carlos Reinoso, en la red social X al lamentar la partida del técnico.
Un ganador incansable
Como estratega, Lapuente levantó cinco títulos de Liga MX, un logro que lo coloca entre los más laureados del futbol mexicano, sólo detrás de leyendas como Ignacio Trelles, Ricardo Ferretti y Raúl Cárdenas.
Su carrera desde los banquillos comenzó tras retirarse como jugador del Monterrey, Necaxa, Puebla y Atlas. Pronto encontró el éxito con Puebla, con quien fue campeón en las temporadas 1982-83 y 1989-90. Luego, llevó al Necaxa a un histórico bicampeonato (1995 y 1996) y rompió con el América una sequía de 13 años sin títulos en 2002.
En selección, además de la Confederaciones, conquistó la Copa Oro de 1998, y dirigió al Tricolor en el Mundial de Francia 1998, donde México cayó con dignidad ante Alemania en octavos de final.
Entre la gloria y la polémica
Durante su gestión, el Tri también enfrentó turbulencias, como el caso de dopaje de Paulo César “Tilón” Chávez y Raúl Rodrigo Lara en la Copa América de 1999, episodio que generó tensiones dentro del plantel. Sin embargo, su liderazgo y manejo del grupo fueron determinantes para mantener la unidad del equipo que meses después haría historia.
“Lapuente siempre apoyó al grupo, hizo un manejo muy importante de la situación”, recordó Claudio Suárez en una entrevista con La Jornada en 2017.
Un legado eterno
La noticia de su fallecimiento generó una ola de mensajes y homenajes en todo el país.
“La Liga MX lamenta el fallecimiento de Don Manuel Lapuente, una leyenda de nuestro futbol como jugador y director técnico”, informó el torneo, que anunció un minuto de silencio en todos los partidos de la jornada 15.
“Fue histórico con La Franja y dejó huella en los corazones de todos los poblanos”, publicó el Club Puebla, mientras que el América y la Selección Mexicana destacaron su legado como maestro y formador.
“El futbol pierde a un grande. Manolo Lapuente nos enseñó con su ejemplo, pasión y profesionalismo”, expresó Ricardo La Volpe.
Con su paso por el Tri, Necaxa, Puebla y América, Manuel Lapuente deja un legado de trabajo, disciplina y triunfos que marcaron generaciones. Su figura, su boina y su huella quedarán para siempre en la historia del futbol mexicano.
Descanse en paz, Don Manolo Lapuente.
