En el corazón de la Ciudad de México, el Palacio Nacional resuena con la historia y la cultura del país. Sin embargo, entre sus muros históricos, habita un conjunto peculiar de residentes: diecinueve gatos que deambulan libremente, formando parte esencial del escenario estos felinos, bautizados con nombres que van desde homenajes a artistas como «Bowie» hasta términos en la lengua azteca como «Ollin», han sido oficialmente reconocidos como «activos fijos» por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que les garantiza cuidados y alimentación de por vida.
El legado de los gatos en el Palacio Nacional
Durante décadas, estos felinos han sido testigos silenciosos de los acontecimientos en el Palacio Nacional. Desde ceremonias oficiales hasta reuniones de alto nivel, los gatos han sido parte integral del paisaje aunque su llegada al edificio sigue siendo un enigma, se cree que llevan más de medio siglo deambulando entre los jardines y pasillos para López Obrador, su presencia es tan significativa que incluso ha bromeado diciendo que los gatos «dominan» el palacio.
Cuidados y bienestar de los felinos
El bienestar de estos gatos es una prioridad para el personal del palacio, quienes trabajan en colaboración con expertos veterinarios para garantizar su salud. Desde vacunaciones hasta esterilizaciones, se implementan medidas para asegurar su calidad de vida. Jesús Arias, veterinario del palacio, ha sido designado para cuidar de ellos de forma permanente, mientras que se han construido refugios y estaciones de alimentación en los jardines.
Más allá de los muros del palacio
La presencia de estos gatos no solo añade un toque peculiar al Palacio Nacional, sino que también destaca la importancia de preservar el patrimonio cultural y garantizar el bienestar animal. Su reconocimiento como «activos fijos» no solo asegura su cuidado futuro, sino que también subraya su papel como parte integral de la historia y la cultura de México.
El futuro de los felinos del palacio
Con el respaldo oficial y el cariño del personal del palacio, los gatos salvajes continúan siendo una presencia constante en el día a día del edificio su historia y su conexión con el Palacio Nacional seguirán siendo un recordatorio vivo de la riqueza cultural y la diversidad de México. Los gatos del Palacio Nacional de México no son solo mascotas históricas, sino también símbolos vivientes de la importancia de proteger nuestro legado cultural y brindar cuidado y respeto a todas las formas de vida que lo acompañan.