Durante la Conferencia Mañanera de Palacio Nacional, el presidente López Obrador recibió un regalo que podría hacerle mucho bien, tras terminar su mandato en 2024. En la reunión matutina, uno de los reporteros le entregó una hamaca, que era enviada por tres familias de Tabasco.
Hoy en día, la hamaca aun se sigue utilizando en Tabasco, los hay matrimoniales para gente adulta o infantiles para adormecer a los niños, por lo regular son elaboradas y tejidas con hilos de seda. Lo cierto es, que la hamaca es un utensilio domestico liviano, fresco y de fácil transportación, es un lugar de descanso para abatir el sofocante calor del día o de la noche.
La hamaca para los Tabasqueños es de uso común y doméstico, pues no hay hogar de Tabasco que no tenga una hamaca, antiguamente las creencias y costumbres eran tan místicas y paranormales, pues los chontales de Tabasco creían que no se debía dejar una hamaca sin amarrar, porque el dueño de la hamaca o yum ab, se iba a mecer en ella, y la persona que fuese a utilizar la hamaca después, corría el riesgo de enfermarse por el mal aire que dejaba el dueño de la hamaca , también se decía que durante la llegada de las ánimas el primero de noviembre, se debería de recoger o desatar la hamaca para dejar libre el camino de las antiguas almas que habían habitado la casa, pues dejar una hamaca amarrada en medio de la casa, estorbaría el camino de las ánimas y están se enfadarían.
La reportera le informó al presidente sobre el curioso presente. «Le quiero entregar esto que le mandan tres familias a las que le cambió usted la vida. Son los tres jóvenes de Balancán que estaban detenidos injustamente y que la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez hizo toda la gestión para que se les atendiera personalmente», explicó.
«Es una hamaca, cómo me conocen»
Además, le compartió las palabras que mandaron los tres ciudadanos de Balancán que habían sido detenidos de manera injusta.
Las palabras que le dicen son: “Señor presidente, este regalo que hoy le enviamos no es costoso pero sí valioso. Es una hamaca de las muchas que aprendimos a tejer en el penal, durante casi 2 años de prisión injusta. Fue hecha con nuestras lágrimas de hombres hundidos en la desolación, impotencia y frustración y ese miedo que tenemos la gente pobre que caemos en manos de autoridades corruptas y sentimos que la justicia nos queda muy lejos. A partir de su intervención, nuestros dolores se convirtieron con ánimo y profunda fe. Se la entregamos para que cuando descanse sobre ella lo cubran como símbolo de todas las vidas a quienes nos ha devuelto la luz y esperanza en el presente y futuro como presidente de México. Con respeto y gratitud: Aníbal, Esteban y Juan Carlos.”, contó.
Después del mensaje, el titular del Ejecutivo agradeció a Aníbal, Esteban y Juan Carlos, además de que les mandó un cariñoso abrazo.