“¿Porque lo hiciste, mi amor?”, resonó el angustiante reclamo de Ricardo al presenciar a su esposa retorcerse de dolor después de haber ingerido una botella de “mata monte”. Solo minutos antes, la pareja había protagonizado una discusión, que terminaría con Lorena clamando por su vida.
La tarde había caído sobre el horizonte de la ranchería “Sal si Puedes” cuando Ricardo y Lorena se recostaron en una de las hamacas del corredor. Pero en esa aparente tranquilidad, los reclamos y pendientes del pasado resurgieron entre ellos. Ricardo le dio la espalda al problema, bajó de la hamaca y se encerró en la habitación.
Por su parte, Lorena se sintió menos amada y una peligrosa idea atravesó su mente, una idea que podría poner fin a esa desigualdad. Dirigiéndose a la cocina, agarró tres frascos: Belfosato, Cuporcuat e insecticida.Al escuchar ruido en el comedor, Ricardo salió y vio a su esposa preparándose un vaso de avena. No le dio mayor importancia y volvió a encerrarse. Sin embargo, Lorena había mezclado el veneno con la bebida y lo ingirió.
Pasaron algunos minutos cuando los gritos de auxilio de Lorena llenaron la casa. El veneno comenzaba a corroerle las entrañas. Ricardo, perplejo, salió nuevamente y trató de entender lo que ocurrió, pero quedó paralizado al escuchar a Lorena pronunciar: “Me tomé el veneno”.“¿Por qué lo hiciste, mi amor?”, fueron las palabras pronunciadas por un hombre sumido en la desesperación. Tomó a su esposa entre sus brazos y la sacó de aquella ranchería recóndita para llevarla al hospital. Lorena no resistió y murió a causa del veneno que había ingerido.