Según la tradición, Papá Noel, o Santa Claus en el mundo anglosajón, inicia su viaje en un trineo empujado por ciervos desde Laponia, Finlandia, cerca del Polo Norte desde allí llevará juguetes y otros obsequios a los niños que se hayan portado bien. A la medianoche del 24 de diciembre, los mayores levantarán las copas para desear Feliz Navidad y, en especial los cristianos, conmemorar el nacimiento de Jesucristo, ocurrido en un humilde pesebre de Tierra Santa.
Pero la llegada de Papá Noel y los brindis, antecedidos por una abundante cena en la mayoría de los países, no ocurre al mismo tiempo en todo el mundo avanza de manera progresiva desde el oeste hacia el este según lo indican los diferentes husos horarios.
La celebración de la Navidad, y del Año Nuevo una semana después, dependen de la Línea Internacional del Cambio de Fecha (International Date Line, o IDL) que recorre el meridiano 180 y que hace algunas curvas para incluir a países o territorios que, de otra manera, tendrían una diferencia horaria de hasta 23 horas.
¿Cuál es el primer país en recibir la Navidad?
El lugar exacto donde debería celebrarse primero la Navidad es la isla Caroline, o Isla del Milenio, que forma parte de la nación insular de Kiribati, un archipiélago distribuido por gran parte del océano Pacífico. Este atolón, de 3,76 km2 y una altura máxima de 6 m, contiene una laguna de 9,7 km de largo y 1,6 km de ancho descubierto en 1795 por el capitán William Broughton, perteneció al Reino Unido desde 1868 y actualmente forma parte de Kiribati, que logró su independencia en 1979.
La isla Caroline fue rebautizada Isla del Milenio en 1999 porque fue allí donde comenzó el año 2000, según las convenciones horarias. Sin embargo, el atolón está deshabitado y, por eso, para celebrar la Navidad o el Año Nuevo por primera vez en el mundo hay que viajar un poco más hacia el oeste.
Papá Noel encontrará más habitantes, y hasta turistas, en la Isla de la Navidad, o Kiritimati, bautizada de esta manera por su descubridor, el navegante Británico James Cook, quien llegó allí el 24 de diciembre de 1777. Parte de Kiribati, Kiritimati es un atolón de coral de 388 km2, lo que representa casi el 70% de la superficie terrestre del país tiene aeropuerto, algunos alojamientos, hermosas playas y varias áreas declaradas reservas de la naturaleza.
Distinta es la situación en las celebraciones de Año Nuevo desde 2011, los 6.500 pobladores de Kiritimati comparten con sus vecinos de Samoa el privilegio mundial de ser los primeros en levantar sus copas para el brindis. Es que, por razones comerciales –por los husos horarios tenían casi un día de diferencia con China, Australia y Nueva Zelanda-, el gobierno de ese archipiélago ubicado también en la Polinesia decidió borrar de su calendario el 30 de diciembre. Del 29 pasan “sin escala” al 31 así, Samoa pasó de ser el último país en recibir el Año, a uno de los primeros.