Los problemas no paran y la presión en Red Bull es tan intensa y algo tóxicas como siempre. Tras un nuevo desastre de Liam Lawson en el Gran Premio de China, la paciencia comienza a agotarse en la escudería de Milton Keynes. El neozelandés terminó último en la clasificación, mientras Max Verstappen logró mantenerse en la parte alta con una vuelta que le valió el cuarto lugar. Las comparaciones son inevitables.
En la rueda de prensa posterior, Liam Lawson un tanto desconcertado declaró: “Con el tiempo llegará, pero no tengo tiempo”. Una frase cargada de desesperación que llegó hasta los oídos de Helmut Marko, el temido asesor de Red Bull. Su respuesta fue tan fría como contundente: “Tiene razón”.
Helmut Marko no esconde su decepción
“Fue decepcionante, y tenemos que analizarlo todo, y luego ya veremos”, soltó Marko. “Todo depende del rendimiento, y él no cumplió”. Así, el jefe del programa de pilotos de Red Bull dejó claro que no hay espacio para los errores en el segundo asiento más exigente de la Fórmula 1.
Max Verstappen intentó suavizar el panorama. “Cuando Liam estaba en Racing Bulls, era muy parecido a Yuki Tsunoda. La diferencia actual entre ambos es demasiado grande. Y eso dice algo”. El neerlandés incluso reveló que, según Lawson, el coche de Racing Bulls “es más fácil de manejar que el RB21”.
Tsunoda y Hadjar levantan la mano
Mientras Lawson se hunde, los pilotos de Racing Bulls brillan. Yuki Tsunoda ha sido constante, rápido y sin errores. Isack Hadjar, en apenas su segunda carrera, sorprendió con un séptimo puesto. Marko no dejó pasar la oportunidad de resaltarlo: “Hadjar no conocía el circuito y ha quedado séptimo. Eso demuestra que el programa junior está funcionando. Y también que el coche de Racing Bulls es más competitivo y fácil de manejar”.
Sobre Tsunoda, Marko fue tajante: “Está corriendo por su futuro, y ahora lo está haciendo muy bien”. La advertencia está lanzada. Y en Red Bull, cuando el rendimiento no llega, el final también puede estar muy cerca.
