La cirugía, sin duda alguna, ha jugado un papel fundamental en la evolución de la medicina moderna: por medio de sus avances, la calidad de los tratamientos médicos ha mejorado de manera trascendental la expectativa de vida de muchas patologías. La aspiración de operar sin dolor es probablemente tan antigua como la cirugía más rudimentaria.
La primera cirugía de la historia tuvo lugar hace 31.000 años, así lo revela el esqueleto de un joven adulto encontrado en una cueva en Indonesia al que le falta el pie izquierdo y parte de la pierna izquierda, lo que supone la evidencia más antigua conocida de una amputación. Según un nuevo estudio publicado en la revista Nature, la amputación se realizó cuando la persona era un niño, por lo que el «paciente» vivió durante años sin esa parte del cuerpo. Esta cirugía prehistórica serviría para demostrar que los humanos estaban haciendo avances médicos mucho antes de lo que se pensaba.
El descubrimiento se produjo cuando los investigadores estaban explorando una cueva en Borneo, en una región de selva tropical conocida por tener algunas de las pinturas rupestres más antiguas del mundo. Fue entonces cuando encontraron la tumba y el novedoso cadáver: aunque gran parte del esqueleto estaba intacto, le faltaba el pie izquierdo y la parte inferior de la pierna izquierda
Después de examinar los restos, los investigadores concluyeron que los huesos de los pies no faltaban en la tumba ni se perdieron en un accidente: se extrajeron con cuidado. El hueso restante de la pierna mostró un corte limpio e inclinado que se curó de forma relativamente rápida, según ha explicado Tim Maloney, arqueólogo de la Universidad Griffith en Australia e investigador principal del estudio.
«No había signos de infección, lo que se esperaría si una criatura como un cocodrilo le hubiera mordido la pierna al niño. Y tampoco había signos de una fractura por aplastamiento, que sería lo esperable si la pierna se hubiera partido en un accidente» ha asegurado el arqueólogo en un comunicado.
Es más, la persona parece haber vivido alrededor de seis a nueve años más después de perder la extremidad, ya que finalmente murió por causas desconocidas cuando era un adulto joven. Esto demuestra que los recolectores prehistóricos sabían lo suficiente sobre medicina para realizar la cirugía sin pérdida de sangre fatal o infección.
Una piedra afilada para amputar
Eso sí, los investigadores no saben qué tipo de herramienta se usó para amputar la extremidad o cómo se evitó la infección, pero especulan que esta pudo haberse hecho usando una piedra afilada como herramienta para el corte. Además, creen que estos humanos prehistóricos pudieron utilizar plantas presentes en la región y conocidas por sus propiedades medicinales para tratar la recuperación.