A quince minutos hacia el norte de Mérida se encuentra la zona arqueológica de Dzibilchaltún, antigua ciudad de origen maya, patrimonio cultural de México y el mundo.
En Dzibilchaltún se da el fenómeno arqueoastronómico conocido como equinoccio de primavera. Dzibilchaltún cubre un área de dieciséis kilómetros cuadrados y fue un asentamiento ocupado desde el periodo preclásico tardío hasta el posclásico tardío, razón por la que fue uno de los más importantes de la costa yucateca.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) iniciaron los trabajos de investigación y restauración de un complejo de viviendas de los gobernantes mayas de Dzibilchaltún, que fue descubierto en el área sur de esta zona arqueológica de Yucatán y que ha permanecido cerrada al público.
Los directores del proyecto arqueológico, Ángel Góngora Salas e Ileana Ancona Aragón, explicaron que se trata de la Plaza Sur de este sitio prehispánico, el cual estaba restringido al resto de la antigua población maya. Es decir, únicamente podía ingresar la nobleza y todo apunta que era su unidad habitacional.
Los investigadores calculan que se trata de aproximadamente 50 cuartos (algunos dobles o triples); tiene pórticos, patios hundidos y seguramente arcos y áreas para cocinar. También hay estructuras tipo palacios y templos personales para esta élite.
“Sabemos que ahí vivían los nobles debido a algunas excavaciones que hicimos años atrás, en donde encontramos antiguos basureros de donde sacamos vasijas con escrituras que hacen referencia al gobernante principal de Dzibilchaltún, Kalom ‘Uk’uw Chan Chak, por eso podemos deducir que eran sus viviendas”, precisó Ángel Góngora.
Aunque apenas empieza la etapa de excavación en dicho complejo, los arqueólogos han detectado muchas piedras con formas geométricas y esculturas humanas, por lo que habrá mucho material para analizar y rehabilitar.
Como parte de los trabajos de intervención del INAH, también se planea restaurar la parte sur del Edificio 46, que tiene más de 12 metros de altura y que era un templo de uso exclusivo de la nobleza. Dicho monumento empezó a ser restaurado en 1998 y actualmente tiene una consolidación del 70 por ciento.
“Todas estas estructuras se encuentran en la Plaza Sur, el cual está conectada con la Plaza Principal de Dzibilchaltún a través de un Sac-Bé (camino blanco), pero la diferencia es que dicha área estaba restringida, es decir, no era pública, pues incluso tiene un muro que frenaba la entrada de los pobladores”, abundó.
Si bien las primeras restauraciones de dicha área se iniciaron en la década de los 90, y se lograron intervenir cuatro edificios (pertenecientes a los años 770 a 870 después de Cristo), nunca ha estado abierta a los visitantes, por lo que los especialistas del INAH esperan avanzar en sus investigaciones para que pronto pueda recibir turistas.
De hecho, la arqueóloga Ileana Ancona reveló que ahí también hay un juego de pelota de aproximadamente 50 metros de largo, el cual se habría construido en el periodo en el que Chichén Itzá se convirtió en la capital de la civilización maya y extendió sus influencias hasta Dzibilchaltún.
Para los trabajos en esta zona arqueológica, ubicada al norte de Mérida, se invertirán 17 millones de pesos en este año, provenientes del Programa de Mejoramientos de Zonas Arqueológicas (PROMEZA) que implementa el Gobierno federal ante el eventual aumento del turismo por el Tren Maya.
El director del Centro INAH en Yucatán, Arturo Chab Cárdenas, explicó que de esta manera el área de visita al público de Dzibilchaltún pasará de 12 a 18 hectáreas, lo que representará un incremento del 30 por ciento para contribuir al desarrollo turístico y cultural.
“El proyecto de la Plaza Sur se había interrumpido hace muchos años, derivado de la falta de recursos económicos por lo que ahora se retomará y se restaurará ese complejo de viviendas que faltaba y otras estructuras para que crezca el área de visita de la zona arqueológica”, recalcó.