Gerard Piqué anunció este jueves 3 de noviembre su retirada en plena investigación judicial por el cobro de comisiones millonarias a través de su empresa Kosmos por haber intermediado en el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudíta.
Nada más nacer, su abuelo Amador Bernabéu, que era vicepresidente del F.C. Barcelona, le hizo socio del club culé. Perteneciente a una familia acomodada y tradicional. Hijo de Joan Piqué, abogado, y Montserrat Bernabéu, jefa de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Instituto Guttman.
Tras demostrar un gran talento con el balón cuando era pequeño, sus padres le llevaron cuando apenas contaba diez años a las categorías inferiores del F.C. Barcelona, incorporándose al Alevín B. Llegó a jugar en todas las categorías del club Blaugrana como defensa, llegando a ser polivalente y con gran capacidad para hacer goles.
La decisión del central azulgrana tuvo lugar pocos días después de que la juez que investiga la gestión de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) haya requerido toda la información bancaria del conglomerado empresarial del futbolista al tiempo que ha librado una comisión rogatoria a Andorra para determinar si ha desviado fondos al club del Principado, de su propiedad.
Piqué ha defendido la legalidad del cobro de más de 20 millones por su intermediación para el traslado del torneo, ha entregado ya a la Fiscalía Anticorrupción facturas por valor de 8 millones, importe que lleva ya cobrado de las autoridades Saudíes. De manera paralela sostiene que su empresa ha realizado trabajos de asesoramiento que justifican estos honorarios y que las operaciones son completamente transparentes.
No obstante, el Ministerio Público lleva investigando la operación y la implicación de Piqué desde el pasado mes de mayo, tras la publicación en El Confidencial, del contrato con sus comisiones así como audios en los que abordaba con Rubiales las cantidades a cobrar.
El central mejor pagado del mundo
El adiós de Piqué coincide también con los archivos secretos del club, que los propios órganos de control del club llegaron a denunciar que los negocios del jugador estaban ocasionando un «gravísimo perjuicio» al club, constituían un claro incumplimiento de contrato y proponían una severa sanción económica.
La persecución que llevó a cabo el FC Barcelona al jugador ante su negativa de pagar el palco privado que disfrutaba en el Camp Nou. La misma conducta la llevó a cabo Jordi Alba, que junto a Piqué acabaron finalmente accediendo a abonar los importes que adeudaban. Correos internos del club reprobaban la actitud de ambos futbolistas y denunciaban que jugadores con salarios tan altos que al mismo tiempo eran morosos era «el mundo al revés».
Piqué llegó a imponer al club que invirtiera en un negocio de videojuegos y produjo, sin autorización de la entidad, un documental en que Antoine Griezmann contaba por qué había rechazado la primera oferta del Barça y había decidido quedarse en el Atlético de Madrid.