El Tribunal Supremo (TS) ha prohibido al creador de contenido ReSet utilizar la red social Youtube durante los próximos cinco años después de ser condenado por grabarse ofreciendo un mendigo galletas rellenas de pasta de dientes, lo que se suma a la pena de 15 meses de cárcel que le fue impuesta en 2019.
La sentencia, ponencia del magistrado Manuel Marchena, admite el recurso de casación presentado por la Fiscalía contra el fallo dictado por la Audiencia Provincial de Barcelona, que revocó de forma parcial el dictado en primera instancia.
Fue en octubre de 2019 cuando la Sección Quinta de la Audiencia Provincial dictó una sentencia en la que confirmaba la pena de 15 meses de cárcel por un delito contra la integridad moral que le impuso el Juzgado Penal Numero 9 de Barcelona. Sin embargo, los magistrados de la Audiencia Provincial decidieron dejar sin efecto la prohibición de no utilizar la citada red en un periodo de cinco años.
A juicio de los magistrados del Tribunal Supremo, que dan ahora la razón al tribunal de instancia, esta «privación de derechos» se impone «de forma limitada y ceñida al lugar de comisión del delito» que, entienden, es Youtube.
«La limitación a su acceso», sostienen, «no supone una afectación desproporcionada a las facultades del individuo, como podría resultar de la imposición general de una pena que consista en la prohibición de acceso a internet, bien de forma genérica o bien en forma de prohibición de contratar con empresas proveedoras de acceso a internet».
La humillación del mendigo
El fallo original condenó a ReSet a indemnizar por daños morales con 20.000 euros al mendigo, que ese día ingirió las galletas, lo que le causó vómitos, mareos y «emocionalmente se sintió triste, llorando», además de preocupado y con temor, según apuntaba la sentencia.
El 1 de noviembre de 2016 el youtuber aceptó el reto de unos de sus seguidores, que consistía en ofrecer galletas Oreo con el relleno de pasta de dientes, aunque «para captar de forma más efectiva la atención morbosa de sus seguidores» y conseguir más ingresos con su canal, decidió focalizarlo en una persona sin hogar.
Según relataba la juez, el acusado fue a buscar un mendigo en plena calle en Barcelona, le entregó 20 euros y un paquete de galletas que contenía las de pasta de dientes, que esta persona comió, «con ánimo de ridiculizar y vejar a dicha persona, y en general a todas las personas que se encuentran en situación de extrema pobreza».
Así, colgó el vídeo en su canal de Youtube con estas imágenes y dijo en él frases como: ‘Esto le ayudará a limpiarse los dientes’ y ‘La verdad es que se siente bien uno cuando ayudas a una persona’, con el que tuvo una gran repercusión en las redes sociales y en los medios.
Tras borrar el vídeo, el 24 de enero de 2017 el youtuber fue a buscar al mendigo con sacos de dormir y mantas, le ofreció 300 euros para que no le denunciara y le propuso pasar la noche con él para hacer un nuevo vídeo «para tratar de congraciarse con la opinión pública», aunque fue interceptado por la Guardia Urbana.