El año pasado, Paulina Peña Pretelini, la hija del expresidente de México, Enrique Peña Nieto, se comprometió con Fernando Tena Alonso, su novio por más de seis años. La joven compartió el emotivo momento en que Fernando le propuso matrimonio en Instagram.
Paulina Peña Pretelini celebró el sábado 10 de septiembre una discreta boda en el Estado de México sin su padre, el expresidente Enrique Peña Nieto, que está afincado en España desde 2020. La Fiscalía General de la República (FGR) le investiga desde hace años por corrupción, traición a la patria y delito electoral cometidos presuntamente durante su etapa como presidente (2012-2018).
Así, sin la presencia de su padre ni la de su madre, que falleció en enero de 2007, la hija del expresidente se casó con Fernando Tena Alonso, su novio desde hace seis años y el hijo del antiguo entrenador de la selección mexicana Luis Fernando Tena. A la ceremonia, que estuvo cargada de secretismo, acudieron apenas 30 personas. Los móviles y dispositivos de todos los invitados se requisaron al comenzar el evento, con el objetivo de evitar que trascendieran a las redes sociales vídeos, fotografías y cualquier otro tipo de información, según la revista Quién.
La recién casada, pese a la enorme cantidad de seguidores que tiene en las redes sociales (con casi 190.000 en la red social Instagram), no ha desmentido ni confirmado ninguna de las informaciones relativas a su boda. Ningún miembro de su familia ni de la familia del marido se han referido en público a este asunto, quizás para continuar en su intención de mantener esto como algo privado. La última foto que Paulina subió a su Instagram es de hace tres días y en ella aparecen una serie de tejados de edificios sin identificación de lugar. La gente, pese a su silencio, ya la felicita en los comentarios (”Felicidades por tu compromiso Pau, bendiciones”, escribe alguien que se identifica con el nombre de nonajim).
La Fiscalía General de la República anunció a principios del mes pasado que tenía abiertas tres investigaciones contra Peña Nieto, por “diversas denuncias en las que se encuentra involucrada la empresa OHL”, presuntos delitos de “lavado de dinero y transferencias internacionales ilegales”, y “enriquecimiento ilícito”. La agencia estatal ha aclarado que todavía no ha presentado ninguno de los tres casos ante el juez, que es quien decide, ante las pruebas remitidas, si ordenar o no la detención del expresidente.
Aun así, Peña Nieto vive en España desde al menos un par de años, con un visado dorado. Antes de eso, trató de conseguir una autorización de residencia por supuestos excepcionales. Esta modalidad permite obtener el visado sin seguir el cauce habitual y sin necesidad de cumplir determinados requisitos, cuando existan circunstancias excepcionales de naturaleza económica, laboral o social que lo aconsejen, según el Reglamento de la Ley de Extranjería español. En el caso del expresidente, España no admitió su solicitud a trámite “por no cumplir los requisitos exigidos para ello”.
La golden visa, que sí le permite estar legalmente en España, es un permiso de residencia que se concede normalmente a grandes inversores internacionales. Se puede obtener de diversas formas, y todas implican la inversión de dinero en suelo español: destinar al menos un millón de euros a la adquisición de activos españoles, tener un proyecto empresarial, o comprar inmuebles por al menos 500.000 euros (10 millones de pesos mexicanos).