El histórico capitán del Tri comenzó oficialmente su preparación en los banquillos, con la mira puesta en dirigir al futuro de México.
El exfutbolista mexicano Andrés Guardado ya dio su primer paso en su nueva etapa dentro del futbol: la dirección técnica. Tras anunciar su retiro como jugador profesional con el León, el “Principito” regresó a España para iniciar su formación como entrenador con las fuerzas básicas del Real Betis, club donde militó durante siete años y del cual fue capitán.
A través de sus redes sociales, el conjunto andaluz compartió imágenes del mexicano dirigiendo uno de los equipos juveniles del Betis, como parte de sus prácticas requeridas dentro del curso UEFA Pro, el máximo nivel de certificación para entrenadores en Europa.
“Andrés Guardado comienza su etapa formativa como entrenador realizando las prácticas con nuestros juveniles”, escribió el Betis en su cuenta oficial de X.
Con este paso, Guardado busca acumular experiencia desde la base, cumpliendo con las llamadas “horas de vuelo” necesarias para avanzar de categoría dentro del proceso formativo de la UEFA.
Un futuro ligado al Tri
Aunque en su momento se especuló que Guardado podría sumarse al cuerpo técnico de Javier Aguirre, el tapatío decidió enfocarse de lleno en su preparación académica, tal como lo hizo Rafael Márquez años atrás.
La Federación Mexicana de Futbol (FMF) ya ha extendido una invitación para que, una vez terminada la Copa del Mundo de 2026, Andrés se integre al cuerpo técnico de Márquez, quien está proyectado como el heredero natural de Aguirre en el banquillo de la Selección Nacional rumbo al proceso de 2030.
Rafa Márquez y Andrés Guardado comparten más que una amistad: ambos surgieron de la cantera del Atlas, fueron capitanes del Tri y referentes de toda una generación. El propio Guardado ha dicho que Márquez fue su modelo a seguir.
“Crecí queriendo ser como él”, recordó en una entrevista reciente.
Un nuevo ciclo para un histórico
Con 181 partidos disputados con la Selección Mexicana y cinco participaciones mundialistas, Andrés Guardado inicia ahora un camino distinto, pero con la misma pasión que lo distinguió en el campo. Su aventura por los banquillos apenas comienza, y su destino podría estar —una vez más— ligado al futuro del futbol mexicano.