ás de 111 años después de su naufragio, el Titanic vuelve a estar de actualidad por un triste motivo. El planeta permanece en vilo ante el rescate de los tripulantes de Titan, el sumergible que desapareció en el Atlántico Norte el pasado domingo. Sus cinco pasajeros estaban realizando una expedición para ver de cerca los restos del famoso barco, hundido a 3,8 km de profundidad y a casi 640 km al sureste de la costa de Terranova en Canadá, cuando se quedaron atrapados.
La mañana del jueves 22 de junio, los rescatistas de la Guardia Costera de Boston, en Massachusetts, siguen trabajando a marchas forzadas para hallar al submarino “Titan” de la empresa OceanGate que, hasta hace unos días, emprendió una expedición al naufragio del Titanic, en el océano Atlántico.
En julio de 2022, los viajeros y creadores de contenido mexicanos, Renata Rojas y Alan Estrada, tuvieron la oportunidad de realizar esta misma expedición y narrar en distintos encuentros con medios de comunicación que el sumergible “está hecho de fibra de carbono y que su espacio es tan reducido que los pasajeros deben de viajar sentados y con las piernas cruzadas”.
Lo más alarmante fue lo que narró Estrada, según recoge el portal Univision. De acuerdo con el también actor, el submarino Titan no puede abrirse por dentro; tampoco hay máscaras de oxígeno y la única forma de abandonar la cápsula es que esta sea hallada por autoridades marítimas.
Alan también confesó que conoce a dos de los tripulantes que hoy día siguen en calidad de desaparecidos; son el francés Paul-Henry Nargeolet; y uno de los directores de la compañía OceanGate, Stockton Rush. Con ellos, habría realizado su expedición en 2022.Por si fuera poco, Estrada y Rojas firmaron una responsiva de muerte, deslindando a OceanGate de cualquier responsabilidad, en caso de que perdieran la vida a causa de un accidente.
Rojas, que estudió Oceanografía y se adentró al estudio de la vida marítima desde muy joven, reveló en una entrevista exclusiva con The Independent los detalles de su viaje de exploración para conocer los restos del Titanic:“Todo vuela por la ventana. Pero estábamos haciendo un poco de los experimentos: apagar las luces y encender las luces para ver cómo reaccionaría la vida fuera del submarino. A medida que te acercas al fondo, el piloto comienza a necesitar ayuda. Necesitan desplegar parte del [equipo] para ralentizar el descenso; no quieres estar chocando contra el fondo”.
Y añadió “Te sientes abrumado todo el tiempo, no solo por el hecho de que estás allí; sino que cuando nos acercábamos al naufragio, me quedé impactada. Esa fue la sensación”.En una entrevista con el canal “Exploring by the seat of your pants” en YouTube, Rojas reveló que existen muchos riesgos en este tipo de expediciones; desde quedarse incomunicados y que las corrientes te puedan llevar hacia cualquier dirección e, inclusive, estrellarse.A pesar de lo temible de la expedición, Rojas destaca que la experiencia fuel igual que las películas, ver ese arco místico aparecer desde las profundidades, excepto que no había “ninguna música del Titanic de fondo”, dijo.