El templo de Kukulcán (también conocido con el nombre de «El Castillo»), es un edificio prehispánico ubicado en la península de Yucatán, en el actual estado del mismo nombre. El actual templo se construyó en el siglo xii d. C. por los mayas Itzaes en su capital, la ciudad de Chichén Itzá, fundada originalmente en el siglo vi d. C. Su diseño tiene una forma geométrica piramidal; cuenta con nueve niveles, cuatro fachadas principales, cada una con una escalinata central, y una plataforma superior, rematada por un templete.
En esta construcción, se rindió culto a la entidad maya Kukulcán (del maya Yucateco: Kꞌuꞌukꞌul Kaan ‘serpiente emplumada’), razón por la cual se pueden apreciar motivos serpentinos en la decoración arquitectónica. Por otra parte, también cuenta con simbolismos que hacen alusión a los números más importantes utilizados en el calendario solar agrícola, el calendario Tzolkin (calendario sagrado) y la rueda calendárica. La alineación de la construcción de la pirámide permite que se puedan observar diversos fenómenos de luz y sombra, los cuales se producen en su propio cuerpo durante los equinoccios y solsticios cada año
El hombre escaló la pirámide para tomar fotografías para sus redes sociales, pero fue detenido y una persona se atrevió a golpearlo con un palo. La explanada de la zona arqueológica de Chichén Itzá se volvió a convertir en un lugar de “castigo”, luego de que varios turistas nacionales y extranjeros gritaban consignas y golpeaban a un visitante originario de Polonia, que el sábado 28 de enero subió las escalinatas del Castillo de Kukulcán, violando las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Algunos visitantes castigaron al Polaco golpeándolo con un palo por su osadía, mientras varios cuestionaron su actuar, al ser una estructura prehispánica considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. “El turista que subió, el sábado 28 de enero sin permiso la escalinata poniente del Castillo fue detenido y después de 12 horas de arresto administrativo fue puesto en libertad”, dijo a EFE José Arturo Chab Cárdenas, titular del Centro INAH-Yucatán, sobre la primera acción de ese tipo en 2023.
El 21 de noviembre pasado, una mujer de Tijuana subió al Castillo y varios visitantes casi la linchan, pero las autoridades no informaron del castigo aplicado. En esa ocasión, la Secretaría de la Cultura del gobierno mexicano solo emitió un comunicado informando que no hubo daños al majestuoso edificio prehispánico, considerado por los mayas como un templo en honor a Kukulcán.
Cárdenas Chab dijo que al visitante de Polonia también se le aplicó una multa de 5 mil pesos (263 dólares), pago que se realizó en la caja de Tesorería, ubicada en el ayuntamiento de Tinum, municipio de Yucatán, donde se encuentra ubicada la zona arqueológica más visitada de México, según el INAH. Sobre el visitante que violó las reglas al subir las escalinatas del Castillo, se informó que accedió al área no autorizada “para tomar fotografías y compartirlas en redes sociales”.
Piden respetar respetar reglas en Chichén Itzá
El caso del turista Polaco que subió sin permiso al Castillo de Kukulcán es el primero que se registra este 2023 en Chichén Itzá, por lo que las autoridades del INAH en Yucatán, encabezadas por José Arturo Chab Cárdenas, piden a los visitantes respetar las normas. “Los turistas deben respetar las medidas de seguridad del INAH en la zona arqueológica para preservar el patrimonio cultural de México, cuidar a los demás visitantes y disfrutar ese legado maya”, explicó.
El INAH informó en un comunicado que el monumento no sufrió ninguna alteración en su estructura y que la falta administrativa fue imputada, como informó Chab Cárdenas, por desobedecer los lineamientos establecidos de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Desde 2008, la Ley Federal Sobre Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos establece la prohibición de ingresar o escalar ciertas estructuras o espacios de zonas arqueológicas de México.