Vivir es una aventura emocionante y difícil a partes iguales. Nos cuesta creer que el momento de nuestra partida llegará algún día y, por eso, a menudo postergamos todos esos trámites que allanarían el camino a nuestros seres queridos una vez hayamos fallecido. Tendemos a evitar hablar de ella, pero el momento de la muerte es lo único que todos tenemos asegurado desde que nacemos.
La tecnología podría contribuir de gran manera en la percepción que el ser humano tiene de la muerte, ya lo dijo H.P. Lovecraft: no está muerto lo que yace eternamente, y con extraños eones la muerte misma puede morir. ¿Será el avance científico el que ponga su punto final?
Tecnología del duelo en México
La tecnología del duelo sigue avanzando con grandes pasos, ahora en México, una aplicación ofrece a sus usuarios enviar mensajes póstumos y registrar sus últimos deseos para resguardar así su «legado emocional» y patrimonial.
«México se ríe de la muerte, pero le cuesta hablar de ella», explica Miguel Farrell, director general de la empresa creadora de Past Post. Esta aplicación «permite dejar tus asuntos en orden para ese momento que va a llegar cuando menos te lo esperas», dice el empresario a la AFP.
Un estudio de la empresa señala que 94 por ciento de los mexicanos no hace testamento, 98 por ciento no cuenta con previsión funeraria y 62 por ciento desconoce qué activos tienen sus parejas.
Hecho en México
La herramienta, «100 por ciento mexicana» y con un costo base de 19 dólares anuales, se inscribe en el nicho de soluciones after life, enfocadas en planificación patrimonial o testamentaria y comunicación póstuma, una novedad en México pero presente hace más de una década en países como Estados Unidos.
«Evitamos utilizar la palabra muerte para que la connotación no sea negativa», dice Farrel.
Inicialmente, se busca que los usuarios aprovechen la llamada «sección de mensajes» donde, por ejemplo, un padre de familia víctima de una enfermedad terminal graba una felicitación para la graduación de su hija, prevista para años después, como muestra un video promocional.
El secreto; un NFT
La tecnología utilizada por Past Post resguarda el video como un certificado no fungible (NFT en inglés), imposible de copiar o alterar. El mensaje puede enviarse en una fecha definida por el usuario o por una «persona de confianza» que éste designa para administrar su legado. Esta misma función, que incluye también audio y texto, sirve para hacer listados de activos o deseos, preferencias de atención médica o funeraria, instrucciones sobre dependientes o mascotas o para la administración de cuentas, sean bancarias o de redes sociales. Los NFT, alojados en blockchain, incluyen actualmente desde expedientes clínicos hasta activos de cadenas de suministro o la llamada «legaltech» (tecnología legal), es decir, el uso de software para brindar servicios legales, asegura la empresa.
Testamento digital
Aunque el resultado es prácticamente un testamento digital, Farrell aclara que Past Post no puede reemplazar dicho documento, pues las leyes mexicanas aún exigen que se asiente en papel y sea legalizado notarialmente. El documento creado con la aplicación «no tiene un valor legal, pero tiene un valor simbólico muy importante», sostiene el ejecutivo.