Último adiós a la reina Isabel II, la monarca británica que no estaba destinada a reinar y lo acabó haciendo por más de 70 años, convirtiéndose en un símbolo de estabilidad en un mundo cambiante.
En representación del gobierno mexicano, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, firmó el libro de condolencias, establecido en Lancaster House, y posteriormente presentó sus respetos a S. M. la Reina Isabel II en la capilla ardiente establecida en Westminster Hall.
“Sinceras condolencias del pueblo y gobierno de México al gran pueblo británico por el sensible fallecimiento de S.M. la Reina Isabel, descanse en paz”, escribió Ebrard en Twitter.
Desde su cuenta de TikTok, Ebrard destacó las visitas que hizo la reina en México y recordó que ella siempre estuvo interesada en las civilizaciones mexicanas antiguas. Además, de que promovió el respeto y el entendimiento entre México y Reino Unido.
Funeral
Cientos de dirigentes extranjeros y monarcas están invitados hoy en Londres al funeral de Estado de la reina Isabel II, que será una de las mayores reuniones diplomáticas en décadas.
La abadía de Westminster tiene aforo para unas 2,000 personas y se prevé entre ellas a unos 500 jefes de Estado, acompañado por sus cónyuges, según la BBC y Sky News.
En un gesto con consideraciones políticas, un puñado de países como Rusia, Afganistán o Venezuela no recibieron invitación para el primer funeral de Estado británico desde 1965.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, gobernante de facto del país, fue asimismo invitado, pese a la indignación internacional por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi a manos de agentes saudíes en Turquía. Sin embargo, una reunión prevista el domingo entre él y la primera ministra británica, Liz Truss, fue cancelada poco antes, haciendo sospechar que pudo haber decidido no viajar a Londres.
A diferencia de otros dirigentes a quienes se ha solicitado llegar a la abadía en autobús, Joe Biden recibió autorización para usar su limusina blindada.
