Los problemas de sueño están afectando cada vez a más personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuatro de cada 10 personas en el mundo duermen mal o tienen alguna dificultad para hacerlo.
Aunque los trastornos graves del sueño suelen estar asociados a una ausencia grave, como no poder dormir en lo absoluto durante una o varias noches, los problemas en la salud pueden manifestarse por otras razones que podrían parecer de menor importancia.
Un estudio publicado por la American Psychological Association (APA) revisó investigaciones que se han publicado durante los últimos 50 años en relación con los problemas del sueño y los problemas de salud con los que suelen estar asociados. Los resultados muestran que no solo hay que prestarle atención a la ausencia total de sueño.
Según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la mayoría de las personas adultas necesitan dormir entre siete y ocho horas por noche. Tener un tiempo menor al necesario puede afectar el ciclo del sueño de las personas y, en consecuencia, afectar su salud.
Lo mismo ocurre con la fragmentación del sueño, que consiste en tener períodos de insomnio durante la noche, sean cortos o muy largos. En estos casos, el ciclo se afecta aunque, al sumar el tiempo de sueño, se cumpla con el tiempo recomendado.
Según el estudio publicado por la APA, las consecuencias de estos problemas para dormir tienen consecuencias diferenciadas según la gravedad del trastorno, pero, en general, terminan afectando la salud de las personas.
Las consecuencias van desde tener un estado de ánimo negativo al día siguiente, con irritabilidad ante los estímulos emocionales, hasta un aumento en la ansiedad y la presencia de síntomas depresivos.
En 2023, la OMS había advertido que los problemas relacionados con el sueño terminan en una disminución de la calidad de vida de las personas, razón por la que es preocupante el aumento en el número de personas que padecen alguna de estas dificultades.
Degrada nuestro estado de ánimo
Perder el sueño es algo muy preocupante. No solo nos cansa: puede aumentar la ansiedad, degradar el estado de ánimo y socavar por completo nuestro funcionamiento emocional, según un estudio realizado por la profesora de Psicología de la Universidad de Houston, Candice Alfano, autora principal del informe. El estudio, publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología en la revista Psychological Bulletin, sintetizó más de 50 años de investigación sobre la privación del sueño y el estado de ánimo.
Según investigaciones, más del 30% de los adultos y hasta el 90% de los adolescentes no duermen lo suficiente, lo que puede tener un poderoso impacto en sus emociones.
“Las emociones gobiernan prácticamente todos los aspectos de nuestra vida diaria, y privarnos del sueño parece ser una forma segura de elegir a un terrible gobernador. Nuestros hallazgos confirman que incluso cuando el sueño es sólo levemente deficiente, hay cambios negativos mensurables en la forma en que reaccionamos ante los eventos cotidianos”, informa Alfano, quien también es director del Centro del Sueño y la Ansiedad de Houston. Dos de los colegas de Alfano, Cara Palmer y Joanne Bower, son los primeros autores del informe.