El juego de pelota fue un ritual muy arraigado en las culturas mesoamericanas que sirvió objetivos más allá del simplemente evento deportivo siendo, entre otros fines, una manera de calmar tensiones o solucionar conflictos sin recurrir a la guerra, permitiendo resolver las disputas en una cancha de juego en lugar de un campo de batalla. Aparentemente se podían dirimir pleitos por tierras, tributos, contratos comerciales, etc. Esta teoría del mantenimiento de límites podría ser una explicación a la distribución irregular de estos campos de juego.
Popularización de la pelota Maya
En su época de florecimiento, cuando el sur del territorio de Mesoamérica que incluye la península del Yucatán, se puebla con numerosas ciudades, los mayas construyeron una o varias canchas de juego de pelota en cada una de estas urbes para conmemorar la hazaña de los gemelos. Desde entonces, antes de empezar un partido, todos los jugadores debían rezar a Hunahpú, considerado ya como un dios de la mitología maya.
Características de la pelota Maya
El juego de pelota era un juego por equipos, similar al voleibol, en el que se pasaban la pelota de un lado a otro usando solo la cadera, hombros y codos. Al parecer, los equipos estaban formados por un mínimo de dos y un máximo de cinco jugadores (dependiendo del tamaño de la cancha) que se cubrían la cabeza y los codos con unas protecciones llamadas Pix’om.
Este deporte, considerado el deporte por equipos más antiguo del mundo, ya tenía árbitros que velaban por el cumplimiento de las normas del juego. Este juego se llevaba a cabo en una gran estructura de mampostería y, aunque hay variaciones en tamaño, en general todos los campos constan de una larga y estrecha pista de juego flanqueada por paredes con superficies tanto horizontales como inclinadas.
Se cree que en un principio no tenía aros y el objetivo era que, simplemente, la pelota no cayera al suelo. Los aros se añadirían posteriormente y, aunque no está muy claro, existe la creencia de que a partir de ese momento un equipo podía ganar cuando colaba la pelota por el aro y conseguía puntos si lo tocaba con la misma.
La pelota era pesada, de hule macizo y botaba debido a la vulcanización del hule, proceso resultante de la mezcla de la salvia del árbol del hule con un cincuenta por cien del resultado de la molienda de la enredadera Ipomoea Alba. Los Españoles decían que la pelota parecía estar hechizada, ya que no habían visto un objeto que pudiera botar tanto. La vestimenta de los jugadores consistía en un taparrabos y protectores de cuero para antebrazos y cadera. En algunas culturas añadían a la vestimenta un grueso cinturón de mimbre o madera recubierto de cuero.