Cerocahui es una pequeña población de unos 1.000 habitantes donde la presencia jesuita se remonta al siglo XVII. Ubicada a tres horas de Creel, la ciudad más cercana, y rodeada de barrancos, la localidad Chihuahuense se caracteriza por su lejanía. Allí Campos y Mora celebraban misa en la parroquia de San Francisco Javier, una iglesia hecha de roca oscura, con aspecto sólido y coronada por dos cúpulas amarillas. Ese era el centro de la misión pero los Jesuitas atendían, además, a unas cuarenta comunidades indígenas dispersas que sumaban alrededor de 25.000 personas.
El presidente Tabasqueño Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó en su conferencia de prensa matutina que los restos mortales localizados en el Cerocahui, Sinaloa, pertenecen a José Noriel Portillo, “El Chueco”, presunto asesino de dos sacerdotes jesuitas. El mandatario mexicano indicó que le entregaron la información después de los análisis forenses, luego de su asesinato el pasado sábado.
“Miren, se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural, ya se confirma por los estudios, me acaban de pasar la información”, dijo. Pese a que sus familiares ya habían confirmado el fallecimiento de “El Chueco”, no había existido una postura oficial, hasta el anuncio del mandatario mexicano en su rueda de prensa mañanera.
Los restos mortales del presunto asesino de los sacerdotes jesuitas fueron hallados por agentes municipales, los cuales revelaron que el sujeto tenía un balazo en la nuca. También se encontraron casquillos a su alrededor.