Infección viral muy contagiosa que provoca un sarpullido similar a las ampollas en la piel y que da comezón. La varicela puede resultar contagiosa para aquellas personas que no hayan sufrido la enfermedad o que no se hayan vacunado. El síntoma más característico es un sarpullido con picazón similar a una ampolla en la piel. Es posible prevenir la varicela con una vacuna. El tratamiento suele estar orientado a aliviar los síntomas, aunque los grupos de alto riesgo pueden recibir medicamentos antivirales.
La Secretaría de Salud confirmó 29 casos de varicela entre hombres y mujeres, por lo que es importante que la población esté alerta ante síntomas como aparición de ronchas en la piel, falta de apetito, dolor de cabeza y temperatura. Sin embargo, la característica de esta enfermedad es que comienza en la cara y las manos, después surge en todo el cuerpo y concluye en los pies. Esto se transmite con facilidad de una persona a otra, como la diseminación de gotitas de saliva al toser o estornudar y al tener contacto con las vesículas del paciente infectado.
Por ello se dijo que, este padecimiento es altamente contagioso pues afecta a toda la población, desde bebés hasta adultos mayores, pero en algunos casos puede ser peligrosa si no se atiende a tiempo. Las medidas de prevención de la varicela el lavado de manos, la limpieza de superficies, así como el uso del cubrebocas.