La noche del lunes 7 de agosto, se detuvo al menos a seis personas relacionadas con la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz, quien fue encontrado muerto en el bar “Black Royce” de Naucalpan, Estado de México.Íñigo Arenas Saiz era un empresario de 41 años, que fungía como director de operaciones de Feher Consulting, una consultoría de negocios y franquicias fundada en 2002 con sede en la alcaldía Miguel Hidalgo. Autodefinido como consultor de negocios internacionales en su perfil profesional de LinkedIn, Arenas estudió en la escuela de negocios de la Universidad Panamericana, el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE Business School). También ejercía de consejero en Alfa F, una incubadora de negocios ubicada en Madrid.
¿Qué se sabe?
De acuerdo con las autoridades, esta captura de al menos seis individuos es parte de la investigación que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México inició por la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz.De hecho, Arenas Saiz fue visto por última vez al salir de un antro en Polanco, Ciudad de México (CDMX) la madrugada del domingo 6 de agosto en la mañana del día siguiente, se informó que el empresario fue localizado sin signos vitales en las afueras del bar “Black Royce”, el cual se encuentra en el municipio de Naucalpan, en el Estado de México (Edomex).
Black Royce en la mira
En ese sentido, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del municipio de Naucalpan dio parte a las autoridades del hallazgo del cuerpo de Iñigo Arenas Saiz en el bar Black Royce. De acuerdo con lo mencionado por la fiscalía del Estado de México, las investigaciones iniciales comenzaron desde el Ministerio Público la mañana del 6 de agosto, tras informar su desaparición.
A su vez, recalcaron que la investigación estuvo en comunicación con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX desde su desaparición, agregando que continuarán en trabajo coordinado.Lo último que se supo de él es que había intentado ingresar a otros bares pero no se le permitió la entrada posteriormente se dirigió a la calle La Fontaine y desde ese momento se desconocía su paradero.