En las zonas mayas de México existen múltiples cenotes que actualmente son usados para fines turísticos, pero esto no siempre fue así. Para los mayas, los cenotes eran portales o ventanas al inframundo o el mundo de los muertos. El hecho de que sigan surgiendo tantos hallazgos implica que aún queda mucho por aprender de la cultura maya y su cosmovisión, pero poco a poco el conocimiento sigue nutriéndose más.
La pequeña edificación prehispánica fue construida con piedra caliza y revestida de estuco, mismo que presenta aún restos de pintura en color azul. Su estilo arquitectónico corresponde al de la Costa Oriental, cuya temporalidad se ha definido para el Posclásico Tardío. La fachada cuenta con una entrada estrecha orientada al oeste, presenta un dintel remetido en la parte superior y, sobre éste, una cornisa por encima de la cual corre un muro de la fachada, hasta el techo de la cueva.
Normalmente los descubrimientos de vestigios mayas se ubican en medio de la selva, en tierra firme, como lo han sido alguno de los hallazgos de las excavaciones del . Rara vez Tren Maya ocurren dentro de los cenotes, como lo es este altar que se encontró en Playa del Carmen, Quintana Roo en el 2019 y dada a conocer en 2020.
¿Cómo se encontró La Cueva del Templo?
A unos metros de la Fiscalía de Playa del Carmen se encuentra un espacio selvático muy verde y tupido de hierba conocido como «El jardín». El lugar fue descubierto por un asolescente de nombre Talismán Cruz y después fue explorada, topografiada y cartografiada por el Círculo Espeleológico del Mayab, conformado, principalmente, por voluntarios que rastrean sitios arqueológicos.
Al encontrar el hallazgo dieron aviso a las autoridades del INAH, quienes acordonaron el lugar para evitar saqueos y comenzaron a realizar un mapeo del lugar, contemplando la flora y fauna así como de la caverna donde fueron hallados los restos. A este lugar se le bautizó como «La cueva del Templo de la Estalagmita» debido a que en su interiro se encontró un altar que estaba muy adentro.
¿Cómo es La Cueva del Templo de la Estalgmita?
La Cueva del Templo de la Estalagmita tiene un pequeño adoratorio maya en su interior. El sitio está compuesto por sectores secos y otros con presencia de agua, de poca profundidad, en un área de 800 metros cuadrados, aproximadamente. Por los materiales arqueológicos recuperados en superficie, se dedujo que el adoratorio fue utilizado hacia 1200 y 1500, coincidiendo con el periodo del que datan muchos de estos altares subterráneos.
Cabe destacar que los mayas ingresaban a estos lugares, considerados «entradas del inframundo» para depositar ofrendas y pedir el consejo de los ancestros y la ayuda de las deidades. Esta edificiación prehispánica se construyó con piedra caliza y se revistió de estuco que presenta aún restos de pintura en color azul.